Segun publico.es: Las mujeres que fuman en exceso durante el embarazo tienden a tener hijas que comienzan a menstruar antes que las niñas de mujeres que no fuman.
La tendencia también se mantuvo entre las mujeres que fumaron durante una parte del embarazo y luego dejaron de hacerlo.
De todos modos, las hijas de las mujeres que fumaron por lo menos 10 cigarrillos por día durante el embarazo o que fumaron unos meses del embarazo, empezaron a menstruar entre tres y cuatro meses antes que las hijas de mujeres que nunca fumaron, una diferencia no significativa, indicó la doctora Gayle Windham, del Departamento de Salud Pública de California y que revisó los resultados para Reuters Health.
"Para una niña, unos pocos meses no hacen gran diferencia", dijo. Pero aclaró que si gran cantidad de niñas comienza a menstruar antes, aunque sean pocos meses, eso tendría efectos en la población.
Estudios previos habían demostrado que las mujeres que comienzan a menstruar antes de tiempo tendrían más riesgo de desarrollar enfermedades en la edad adulta, como enfermedad cardíaca, cáncer de mama y hasta problemas pulmonares, como asma.
Además, el adelantamiento de la menarca (primera menstruación) está asociado con un inicio sexual precoz y el consumo de drogas, como el cigarrillo y el alcohol, detalló la doctora Anshu Shrestha, de la University of California en Los Angeles.
El equipo de Shrestha revisó datos de 13.815 embarazadas en dos ciudades de Dinamarca, reunidos entre 1984 y 1987, sobre el consumo de alcohol y cigarrillos. En el 2005, los autores contactaron a todas las hijas mujeres de esas embarazadas para preguntarles cuándo habían tenido su menarca. Respondieron más de 3.000 mujeres y la mitad recordó el mes y el año exactos: en promedio, las niñas comenzaron a menstruar inmediatamente después de cumplir 13 años.
Shrestha advirtió que, para el estudio, se confió en las respuestas de las participantes sobre cuánto habían fumado y bebido durante el embarazo y es común el subregistro de las conductas que podrían criticarse.
Pero los datos se reunieron en los 80, cuando fumar y beber se consideraba "normal". "Por lo tanto, no hay motivo para pensar (que haya existido) subregistro", indicó la autora.
De hecho, más del 40 por ciento de las madres dijo que había fumado en el embarazo, el 70 por ciento señaló que había bebido por lo menos una bebida alcohólica por semana en la gestación y el 17 por ciento indicó que se había dado por lo menos un atracón alcohólico en el embarazo.
El equipo no halló relación entre el inicio temprano de la menstruación y la exposición al humo de tabaco durante la infancia, el tabaquismo materno antes del embarazo y el consumo de alcohol durante el embarazo, publica en la edición en internet de la revista Human Reproduction.
A la autora no le sorprendió esa ausencia de relación entre el consumo de alcohol en el embarazo y la edad de la menarca de las hijas de esas mujeres; hubo pocas madres en el estudio que dijeron que habían bebido en exceso durante la gestación.
Las sustancias derivadas del cigarrillo cruzan la placenta y la exposición al tabaquismo modifica los niveles hormonales en los recién nacidos, lo que adelantaría la menarca, coincidieron Shrestha y Windham.
Datos recientes de Estados Unidos revelaron que una de cada 10 mujeres fuma durante el embarazo y una cifra similar lo hace en otros países desarrollados.
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