Segun publico.es: España - Un nuevo estudio sugiere que las nuevas píldoras anticonceptivas no aumentarían el riesgo de desarrollar una enfermedad en la vesícula biliar.
A diferencia de otras mujeres, las que utilizan píldoras anticonceptivas tienen más riesgo de desarrollar cálculos y otros trastornos vesiculares, como inflamación.
Y noticias publicadas sobre trastornos asociados con una nueva versión de la píldora, que se vende como Yasmin y Yaz, generaron preocupación. Hay 3.000 demandas en Estados Unidos contra su fabricante, Bayer AG.
Pero, hasta ahora, no existían estudios sobre si los riesgos varían según la fórmula de la píldora, comentó Mahyar Etminan, profesor asistente de medicina de la University of British Columbia y científico del Instituto de Investigación Médica de Vancouver, en Canadá.
"Por lo menos en cuanto a la enfermedad de la vesícula biliar, nuestro estudio genera tranquilidad", dijo Etminan.
Según publica Canadian Medical Association Journal, la investigación incluyó la revisión de las tasas de extirpación de la vesícula en más de 2,7 millones de mujeres de Estados Unidos que habían usado píldoras anticonceptivas entre 1997 y el 2009.
El riesgo de necesitar una cirugía de vesícula no fue significativamente mayor en las usuarias de la píldora con las nuevas versiones de progestina (incluida la drospirenona, usada en Yasmin y Yaz) que en las usuarias de píldoras con levonorgestrel, la versión anterior de progestina.
El 1 por ciento de más de 495.700 usuarias de levonorgestrel necesitó cirugía de vesícula en el año de seguimiento. Lo mismo ocurrió entre las más de 448.000 usuarias de píldoras con drospirenona.
Tras considerar otros factores (obesidad, tabaquismo), el equipo halló un pequeño aumento estadístico del riesgo de necesitar cirugía de vesícula asociado con el uso de drospirenona y otras dos progestinas nuevas, comparado con el uso de levonorgestrel.
Pero esas diferencias, según el equipo, no serían "clínicamente significativas". Etminan dijo: "Sólo en cuanto a la enfermedad de la vesícula que podrían producir estos fármacos, nuestro estudio revela que los riesgos son similares entre esos agentes".
La obesidad es uno de los factores de riesgo de la enfermedad de la vesícula, de modo que mantener el peso saludable ayuda a contrarrestar el riesgo de la píldora.
Etminan sugirió también que las usuarias de la píldora estén atentas a los signos potenciales de los cálculos biliares u otros problemas de vesícula, como el dolor abdominal grave y las náuseas. En la mayoría de los casos, los cálculos no dan síntomas ni demandan un tratamiento especial.
Agencias de salud de Canadá financiaron el estudio. Etminan y sus coautores aseguraron no tener relación comercial con Bayer u otros conflictos de interés.
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