La comunicación se considerada en estos momentos una de las vías más efectivas en la prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual y el VIH/sida, por su importancia para vivir una sexualidad responsable, segura y a la vez placentera, sobre todo en la etapa de la adolescencia y la juventud.
Comunicarse con eficacia sobre temas de salud en general constituye una tarea difícil, especialmente cuando se trata de infecciones sexuales, porque son informaciones a menudo complejas y técnicas, polémicas y contradictorias, además de movilizar en los individuos la esfera más íntima de su existencia.
Sin embargo, aún cuando los programas y estrategias diseñados para promover cambios en la conducta sexual han demostrado que la comunicación masiva puede ser efectiva para reducir los riesgos personales de contraer infecciones de este tipo, el intercambio interpersonal, cara a cara, entre familiares y amigos, aporta mayor proximidad y credibilidad a los argumentos.
Ya no se viven tiempos de tabúes, aunque persisten algunos prejuicios, lo cierto es que cada día se hace más necesaria una conversación abierta, sincera, con un lenguaje claro y sin huirle a temas delicados, fundamentalmente con los adolescentes, para explicarles qué son las relaciones sexuales, qué significan en la vida de una pareja, qué son las infecciones de transmisión sexual, no solamente el VIH, por qué es importante usar condón y cómo hacerlo sin dejar de disfrutar.
El diálogo, sin dudas, es una herramienta eficaz que todos tenemos a mano cuando de prevención se trata
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